Estudiar es lo más aburrido del mundo (Sun Kim y Bill Murray)

    Había conseguido por fin que Bill fuese a su casa para echarle una mano con los estudios. Es que tenía las matemáticas atravesadas, como siempre. Bien pensado, la verdad es que Bill siempre estaba ahí cuando le necesitaba. No, si de eso no tenía ninguna queja Sun. La queja… bueno… si acaso venía a que su amigo tenía poca paciencia, sobre todo cuando le tocaba repetir las cosas más de una vez. Sí, muy poca paciencia.
    -Mamaaaaaaaaaaá –berreó desde la puerta de su habitación. Era algo habitual en esa casa. Nadie se dignaba a bajar las escaleras que separaban el piso superior (habitaciones y cuartos de baño) con el inferior (cocina, salón, etc.). Era más fácil desgañitarse. Como si no tuviesen ya demasiado ruido al convivir 8 personas y 6 animales en la misma vivienda.
    -¿Qué quieres, Sun? –exclamó su madre desde la cocina.
    -Que me ha dicho Bill que quiere comer… -suspiró. Así no se podían hacer las cosas. Nada. No le quedó otra cosa que bajar. Lo hizo corriendo y saltando los últimos tres escalones para caer triunfalmente sobre sus pies. Saludó a un público inexistente, como si de una competición de gimnasia artística se tratase.
    Esa escalera contaba con muchas anécdotas. Como aquella vez que a punto estuvo de partirse la crisma. Sí, porque después del último escalón habían colocado una alfombra y Sun se había escurrido. O cuando saltó desde un extremo a otro en monopatín, aunque eso seguía siendo un secreto.
    -Que me ha dicho Bill que quiere comer tteoks –dijo nada más entrar por la puerta y hacer contacto visual con la figura de su madre.
    Sook era una mujer de mediana edad, delgada y de pelo lacio y negro. Generalmente, las mujeres asiáticas echan su figura a perder tras la menopausia. La madre de Sun no era así gracias a ser un ama de casa muy ocupada. Cuidar de 8 hijos, un marido y 8 mascotas no era tarea fácil. Claro que ahora dos de sus hijas ya se habían casado e independizado y sus hijos eran quiénes se ocupaban de cuidar los animales. Esa había sido la norma vital impuesta en la casa. Aceptaban mascotas siempre y cuando cada uno cuidase de la suya.
    Pero a pesar de ejercer como ama de casa, Sook ayudaba a su marido en la empresa de rocódromos y hacía sus pinitos en la escalada. Siempre había sido una mujer bastante echada para adelante y una auténtica aventurera.
    -¿Los coges o te los subo cuando estéis en la habitación?
    -¡No! –se apresuró a responder-. Los cojo yo –y se fue directo a la nevera. Le gustaban bien fresquitos. Los habían recibido hace no mucho de parte de una de sus hermanas independizadas. Se habían quedado ambas en Corea porque ya habían formado una familia y tenían allí su trabajo y su vida. Así que de vez en cuando les enviaban algún paquete con comida típica y extensas cartas a pesar de tener internet. Bueno, es que Yoon siempre había sido una romántica –eso era lo que decía su madre-.
    Cuando estaba saliendo de la cocina, se escuchó el timbre de la puerta.
    -Yoooooooooo –le encantaba abrir la puerta y dejar pasar a las visitas. Sí, ese había sido un gran problema cuando era pequeño. Más de un vendedor a domicilio y gente extraña habían pasado al interior de la casa gracias a Sun.
    -Mira antes de abrir –le advirtió por si acaso su madre.
    El coreano hizo caso. Se puso de puntillas y echó un vistazo por la mirilla. Sí, ese era Bill. Vestido de negro y blanco, como siempre, y el pelo rubio. Incluso alzó la mano a modo de saludo provocándole una sonrisa. Hay que ver lo mucho que le conocía.
    -¡Mira que es lo que tengo! –exclamó cuando salió del chalet para abrir la puerta metálica que daba a la calle. Le puso la bandeja debajo de la nariz.
    -¿Qué es? –se apartó un poco.
    -Tteoks –contestó como si eso lo resolviera todo-. ¿A que están buenos?
    -No lo sé, nunca los he comido.
    -Pues están buenos.
    -Ok.
    Comenzaron a caminar hacia la casa y Bill sintió el irresistible impulso de revolverle el pelo. Sun se quejó y salió corriendo.
    -Ven aquí –el rubio le hizo señas y Sun se acercó de nuevo. Como maniático de la estética, comenzó a colocarle mechones estratégicamente posicionados. Dándole un look descuidado y desenfadado pero milimétricamente perfecto.
    -Subimos, mamá –anunció el coreano y tiró escaleras arriba.
    -Buenas tardes. Gracias por invitarme a tteoks –no sabía si lo había pronunciado bien. El coreano era un idioma que tenía pendiente. Seguramente lo tendría siempre porque le parecía muy imposible de aprender por las veces que había escuchado a su amigo hablar así o a su familia.
    -De nada. Sabes que siempre eres bienvenido –Sook sonrió. Le gustaba ese chico. Tan maduro y educado a pesar de conocerlos desde hace tiempo. A ver si algo se le pegaba a su hijo-. Os subiré algo de beber dentro de un rato –añadió antes de que Bill fuese a reunirse con Sun.
    -¿Qué es lo que no entiendes entonces? –el rubio quería aprovechar bien la tarde. Sabía que aquello les iba a dar para rato. Se imaginaba que anochecería antes de poder terminar.
    -¿Todo? –Sun ya se encontraba sentado en el suelo, sobre un cojín y con una mesa baja delante de él. Encima de esta, unos cuantos libros, cuadernos y su estuche. El campo de batalla estaba preparado.
    -¿Qué tal los problemas métricos? ¿Ya los has empezado? –había venido cargado de paciencia, a ver cuánto le duraba.
    -Em… no –dijo con leve temor-. ¡Es que no entiendo nada! Son letras y números y cosas raras. Ahí todo junto. ¡Seguro que el profesor me tiene manía!
    Bill alzó una ceja mientras se sentaba en el cojín sobrante. ¿Manía? Pero si los ejercicios venían en el libro y todos tenían el mismo. Pero sabía cómo lidiarle. Lo mejor era hacer que no habías escuchado nada y pasar a otro tema.
    Pronto se metieron en faena. El rubio hacía todo lo posible por explicarle los problemas pero no llegar a resolverlos por él ya que así no aprendería nada. La primera hora fue bastante bien pero la segunda empezó a ponerse difícil. A la tercera ya se les notaba cansados. Uno a punto de perder la paciencia y el otro con un aburrimiento encima que era cosa importante.
    Sun llevaba un buen rato mirando la misma página del libro fijamente y Bill se dedicaba a repasar por su cuenta hasta que su amigo tuviese otra duda.
    Le vio hacer algún movimiento con el bolígrafo por el rabillo del ojo y se alegró de que no se diese aún por vencido. Cuando paró, Bill se acercó para ver qué había escrito y si la solución era correcta.


    -¡Sun! ¡Deja de hacer el estúpido! –estalló.
    -¡Pero es que ya no puedo más! Se me ha deshecho el cerebro y no puedo pensar nada más. Me sale humo. ¿Ves? ¿Ves? –señaló su cabeza y después hizo como que se desmallaba, cayendo sobre la mesa.
    Bill suspiró mientras le miraba fijamente.
    “Mejor dejarlo por ahora o esto se pondrá muy feo
    -Nunca entendí por qué Dong le robó 2 manzanas a Bae que tenía 7. ¿No eran amigos? ¿Para qué le quitó sus manzanas? –la voz de Sun se escuchó amortiguada por tener la cabeza enterrada entre los brazos.

12 comentarios:

  1. Jajajaja yo me he pispado de lo de los emoticonos!!! xDDDDDDDDDDDDDDD. Me ha encantado! jajajajaja >w<

    Me ha gustado mucho este relato!!! Es muy sencillo y adorable, me recuerda un poco a la vida diaria a lo "Kimi yo Boku", ese rollo tranquilito y tierno :3

    Y ya sabes que adoro a Bill!!! >////<
    A Sun también, porque es súper monoso, pero es que Bill es un hombre donde los haya *___*

    Ah! Y la madre de Sun molaaaaaaaa!! Sí señor, mujeres al poder! xD

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    1. Pero cómo se nota quién estudia y quién no, haha. Es broma. Iba a poner el libro sin pintar y luego pintado pero me alegra ver que así, tal y como está, se entiende ^^
      Jo, que guay que te recuerde a ese gran anime (lo malo de descubrirlo tan temprano, es que nos toca esperar a la siguiente temporada T___T).
      Y lo dije en su día (aunque no sé si por aquí), de todos mis personajes, Bill sería el elegido para salir con él. Lo tiene todo, todo y todo xD

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  2. Me ha matado!!!! Lo que me he podido reir al escucharlo berrear 'Mamaaaaaaaaaaaaa' XDDDD o al verlo en mi cabeza saltar lo de las escaleras XDDDDDD...me meoo...es que me meoooooo jajajajaj
    Adoro este niño, es que me enamora el corazón!!!!!! <3 <3 <3
    Dan ganas de comerselo con papas!! Uaisssshhh!!!! Me lo como! XD

    Lo adoro (L)
    Te adoro Chan (L)
    <3

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    1. xDDD Le ha faltado el "aaaaAAAAaaaaá", haha. Que Sun es muy de subir y bajar el tono cuando grita, exclama o simplemente se queja de algo :P
      Es un Peter Pan en toda regla xDDD
      Oins... nos sentimos queridos >////<

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  3. Yo sí me he coscao de los emoticones XD Aish, a mí me gustan tanto los relatos raros de yakuzas como los de vida cotidiana sin nada "especial" (sin intención de faltar, quiero decir cosas que pasan a todo el mundo XD). Lo importante es que esté contado con gracia y creo que tú lo consigues ^^
    Sun, que sepas que me solidarizo contigo, eso son letras y numeros mezclaos sin sentido ¬¬

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    1. Os he subestimado a todos por lo que leo xDDD Bueno, pero ahí está la explicación por si acaso a alguno se le pasa por alto :P
      Tranqui que te he entendido xD La cotidianidad puede resultar interesante si se sabe cómo relatar (aunque no pase nada si quiera importante). Me alegra que te haya entretenido ^^
      xDDD Y que lo digas! Yo encima no tuve matemáticas en bachiller y no veas... no sabía cómo hacer para sacarle algo de miga a los problemas que veía por internet, haha.

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  4. xDD Sun sigue tan infantil y adorable como siempre! Me ha hecho gracia lo de ponerles sonrisas en los circulillos, me recuerda a cuando yo era enana, que me pasaba el día rayando los libros de texto, haciendo dibujitos y demás. Por cierto, que no es el único que se ha metido hostias en las escaleras por culpa de una alfombra. Deberían prohibirlas, leñe! Aunque yo tuve una peor: me apoyaba en una especie de escalones que había cuando se acababa la baranda y, de ahí, saltaba al suelo. Un día mi abuela puso un cactus en uno de ellos T_T No sabes qué dolor de mano da clavarse un cactus entero T_T

    P.D. Dile a Sun que me invite a comer a mí también!

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    1. :O ... pero no le llames infantil al pobre! xDDD Digamos que... el niño que guarda en su interior lo lleva muy en el exterior, haha.
      Ufff... eso lo hacíamos todos, creo xD Yo sobre todo, dibujaba ojos en clase. Ok, nada de alfombras en las casas, haha.
      :S Es que a más gente, menos dulces le tocan xDDD

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  5. Ay, no sé porqué no te había comentado este relato porque estoy segura que lo leí xDD
    Me encantan estos dos, son súper adorables. Sobre todo ahí Sun con lo de las manzanas, pobrecito que no entiende porqué se las quitan unos a otros xDDDDDDDD
    De momento, Bill es un hermanazo, tengo que decirlo xD A ver si se le despiertan los instintos sexuales y llegamos a alguna parte, que esto no es serio XDDDDDDD

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    1. Muchas gracias ^///^ Jajaja, es que es algo que no entiende desde que era bien pequeño (el problema ese de matemáticas. Me lo imagino ahí todo frustrado xD Intenta buscar la lógica en donde no la hay).
      Ufff... pues eso es algo que creo que me va a costar, el que pasen más allá de amigos muy familiares. Aunque el otro día lo estuve sopesando y creo que ya sé cuál serán los pasos hasta el desenlace :P

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  6. ¡Me encanta! Siempre que veo que has subido algún relatillo vengo corriendo a leerlo xD
    Se ve todo tan cotidiano y adorable... ¡Sube más!

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    1. Éste la verdad es que era antiguo porque estoy pasando los que tenía en el otro blog (todavía me queda uno).
      Tengo ganas de empezar a escribir algún relato de los elfos por tocar un poco temática de fantasía >///<
      Muchas gracias. Siempre tienes palabras bonitas, ainsss :3

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